Comentario. Ya en el siglo XVI –en su último y mejor ensayo, cima y síntesis de toda su obra, “De la experiencia”– Montaigne observaba que había más libros sobre libros que sobre cualquier otro asunto y que, en realidad, no hacíamos sino comentarnos unos a otros. La literatura, en efecto, puede ser vista como un prolongado comentario sobre sí misma. La obra de Vila-Matas lo es de manera particularmente conciente y deliberada; toda ella, como ha observado Ricardo Piglia, es la historia (y agregaría, la crítica) imaginaria de la literatura contemporánea. Juan Villoro, por su parte, ha escrito: “La estética de Enrique Vila-Matas depende en primera y última instancia de la lectura. Hechas de comentarios, reensamblajes, parodias y atribuciones apócrifas, sus historias se postulan como una segunda realidad. Vila-Matas llega después; observa lo ya narrado con ojo insólito y discute lo ocurrido”.
Desde sus inicios, en La asesina ilustrada (que recuerda en alguna medida el modelo de Pálido fuego de Vladimir Nabokov, la novela-comentario por excelencia), la obra vilamatiana asumió su característica de glosa. Allí, la crítica Ana Cañizal apunta: “quisiera narrar en ellas lo que me fue ocurriendo a partir del día en que casualmente di con el manuscrito de La asesina ilustrada de Elena Villena y comentar, a la vez, diversos apartados de este extraño texto”. Los verbos en infinitivo –narrar y comentar– dan la clave, no solo de este libro temprano, sino de la totalidad de su obra, pues ésta se lee como una narración comentada o un comentario narrativo de la literatura moderna. Vila-Matas ha incluido el comentario crítico en su ficción narrativa e incluso lo ha convertido en el principal tema de la misma, como en Bartleby y compañía y en la ya abiertamente “ficción-crítica” de “Chet Baker piensa en su arte”. Yendo un poco más allá, se ha convertido en comentarista de sí mismo, como muestra de manera inmejorable el prólogo a En un lugar solitario, donde el autor repasa críticamente sus primeros libros y observa, además, el fenómeno ocurrido tras su colapso físico, que lo hizo tomar distancia de su obra y asumir las palabras del Diario de Robert Musil: “soy un absoluto extraño para mí mismo, hasta el punto de que podría ser un mero crítico o comentarista de mi trabajo”.
El Diccionario Vila-Matas se descarga gratuitamente aquí: https://libros.uv.mx/index.php/UV/catalog/book/BI369